La forma circular perfecta del hoyo de 20 metros de profundidad sugiere la existencia previa de cuevas subterráneas
La explicación más probable de los boquetes que se abrieron en la ciudad de Guatemala luego de la tormenta tropical Ágata es que el subsuelo tenga un sistema de cuevas de piedra caliza que colapsó por las intensas lluvias.
Parte de la ciudad debe de estar construida sobre un terreno agujereado, un sistema kárstico, que se activó por las lluvias y se colapsó en algunas zonas, explicó el geólogo Roberto Rodríguez, del Instituto Geológico y Minero de España al diario El País.
"En un karst, el terreno son rocas calizas que a lo largo del tiempo se disuelven por la acción del agua, creando tubos (galerías) y cuevas, que cuando se derrumban parcialmente dan lugar a las llamadas dolinas", publicó el diario en su portal de Internet
Rodríguez negó que las fallas sísmicas y los túneles volcánicos sean el origen de los socavones pues están a mucha mayor profundidad. Aunque sí es probable que las erupciones rellenaran el sistema con ceniza volcánica impidiendo que se detectara la inestabilidad del terreno y se construyera encima.
El valle de la ciudad de Guatemala está en parte relleno de piroclastos (restos volcánicos) y tiene debajo los edificios de los volcanes extintos Pinula y El Naranjo, según un artículo de Carlos L. Pérez publicado el año pasado en la Revista Geológica de América Central.
Los geólogos que han examinado el fenómeno aseguran que su forma circular perfecta sugiere la existencia previa de cuevas subterráneas, pero la causa exacta por la que se formó el agujero sigue siendo un misterio.
"Puedo decir lo que no es -asegura David Monterroso, ingeniero y geofísico de la Agencia Nacional de Guatemala para Desastres Nacionales-. Y no es una falla geológica, y tampoco el producto de un terremoto. Eso es todo lo que sabemos. Para averiguar más tendremos que bajar", informó el diario español ABC.
Estos hoyos se forman en lugares en los que el subsuelo es rico en calizas, sales y otras rocas solubles y que por lo tanto se disuelven fácilmente en el agua. En Florida, Texas, Alabama, Missouri, Kentucky, Tennessee y Pennsylvania suelen presentarse estos fenómenos, según datos facilitados por el Servicio de Vigilancia Geológica de los Estados Unidos. Sin embargo, las dimensiones del agujero de Guatemala son mucho mayores que la media.
Además, mientras que otros agujeros se abren gradualmente, a medida que el subsuelo se va erosionando por la humedad, el de Guatemala pertenece a la categoría más peligrosa, los que se abren de forma súbita y sin previo aviso.
En la ciudad de México varios socavones se han abierto provocando accidentes o afectando viviendas. La más reciente fue en Circuito Interior, aunque suelen presentarse otros hundimientos y grietas con más frecuencia en Iztapalapa y Álvaro Obregón.